Que sí, que orar no es de personas raras, “es tratar de amistad con quien sabemos nos ama”, algo tan sencillo y a la vez tan sublime…, tan sublime como el amor; pero no un amor devaluado como el que nos presenta esta sociedad “light”, es participación del amor...
“Para vos nací” es no sólo una página obligada de referencia y de encuentro de quienes nos sentimos hijos y seguidores de Teresa de Jesús y de su espiritualidad, es esa fuente donde bebemos, alimentarnos y recrearnos desde los diferentes lugares donde nos encontramos. Muchos nos hemos dejado fascinar por esta mujer que marcó nuevos rumbos en la vida de la Iglesia hace quinientos años, y con la misma fuerza, hoy sigue impulsándonos a nuevos desafíos y con la misma ilusión.
Hace unos días recibí un correo de mi amigo el P. Oscar Aparicio que está por las alturas de Roma, metido entre libros y muchas responsabilidades, y me pedía que escribiera unas letras, a modo de carta, sobre el cómo veo yo a Teresa de Jesús. La verdad que me puso en aprietos, no por la carta, sino por no poder decir todo lo que uno siente por esta mujer. Pero también por la carta, porque un amigo me decía, que… “si una carta no nos suscita una sonrisa, no evoca alegría y no te deja soñar, es tiempo perdido”; y es lo que uno descubre cuando se mete en la correspondencia de la santa de Ávila, ¡qué fluidez de pensamientos, qué capacidad para transmitir vida y qué sencillez para comunicar las cosas más sublimes de su experiencia de Dios!
Pues bien amigo que lees estas letras, (la verdad que no sé si es epístola, carta o desahogo), no tengas miedo a meterte en la vida de Teresa, de seguro que vas a quedar fascinado como lo quedé yo, y como les ha sucedido a millones de seres que se han acercado a ella, desde Juan de la Cruz, pasando por el P. Gracian, Edith Stein… y para qué seguir la lista. Sí, no tengas miedo, no sólo de acercarte, sino de meterte en la hondura de su doctrina, porque te llevará al encuentro de ti mismo y de Dios.
Lo que más me impresiona de ella es la naturalidad con que nos habla de lo más sobrenatural que puede existir, de la misma esencia de Dios, y cómo se comunica con Él, y como nos lo trae a nosotros tan cercano, y tan a nuestro medio, que nos parece que, cierto, “hasta entre los pucheros anda Dios”.
Lo segundo es eso de la “determinada determinación” de no parar hasta llegar a beber de la fuente. Mientras andemos bebiendo de otros manantiales, de otras cisternas, y queramos saciar nuestra sed de otras experiencias que no vienen de Dios estamos perdidos, siempre andaremos en la mediocridad y en banalidades.
Y cuando uno se pone habar de Teresa no puede por menos que hablar de lo que ella habla y es esencial de su vida; lo tercero que me subyuga, es cómo todo para ella era oración, diálogo, encuentro, presencia, gozo de Jesucristo, amistad con Dios. Nosotros nos hemos hecho un bollo enorme para comunicarnos con el Trascendente y nos hemos inventado una infinidad de técnicas, filosofías y hasta escaleras secretas para atrapar a quien sabemos nos invade “pues en Él vivimos, nos movemos y estamos” de Pablo.
Que sí, que orar no es de personas raras, “es tratar de amistad con quien sabemos nos ama”, algo tan sencillo y a la vez tan sublime…, tan sublime como el amor; pero no un amor devaluado como el que nos presenta esta sociedad “light”, es participación del amor, y de la amista de Dios, “tener a Dios por amigo” ¿qué te parece?
Amigo Oscar, no sé si he satisfecho tu curiosidad, sé que quedan muchas más cosas por decir, faltaría más. Antes de terminar quisiera saludar a quienes se han acercado a este portal, a todos les mando un saludo grande desde estas bellas tierras de Santa Cruz de la Sierra en Bolivia, donde me encuentro, desde hace muchos años como misionero Carmelita.
AUTOR: Mons. Braulio Sáez García, Bolivia
TOMADO DE: http://www.paravosnaci.com